En este juego de dos que tarde comenzó, recuerdo aquellos atardeceres grises en que todo parecía estar mal. Nunca supimos sumar ni restar, y a la hora de decidir elegíamos pelear. Si poder decir adiós es crecer, sugerimos quedarnos estancados, para no olvidarnos, para no superarnos. Aunque no hablemos, revivimos el amor cada vez que nos vemos, aunque no hablemos. Ya no me importan tus vicios ni los mios, eres un pasado que me atrapa cuando tiene oportunidad. La tercera será la vencida? Hay que saber jugarsela en las noches de subasta, ya que todo lo que empieza acaba y esto todavía no tiene su punto final

 Y si me como la cabeza por las noches solamente digo lo hago para tenerte un rato mas conmigo

Todo lo que necesitas es una duda razonable. Para mostrarte tu deseo basta con prohibírtelo un poco