Todo el tiempo estamos entre el sí y el no. Elegir entre sí y no tal vez sea la decisión más difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir sí o decir no puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre.
El no ya lo tengo, dice alguien para darse coraje, porque el “no” es lo que nos rige; decimos que no a todo, todo el tiempo. Pero a veces, decimos algunos sí; a veces decimos “sí” sin medir las consecuencias, y ese sí cambia todo. De una chica rapidita decimos que tiene el sí fácil, pero no se trata de eso la vida? ¿De decir sí, de avanzar, de vivir? El sí nos compromete, y nos desnuda; el sí expone nuestros deseos, el sí señala que algo nos falta.
Una vez más estamos ante esa decisión; que todo siga siendo no, o animarse al sí y zambullirnos en la vida, esa vida que vivimos deteniendo todo el tiempo con el no.

Últimamente no se que pasa, cambiaron muchas cosas en mi. Ya no pienso como pensaba antes, ya no pienso en nada, es como que a esta altura me chupa un huevo todo, no se si eso esta bien o mal, ya no se que pensar. En este ultimo tiempo la relación con muchas personas cambio, con algunas para bien y para otros para mal, pero ya no me interesa si cambia o no, ya no me hago los problemas que me hacia antes por si una persona dice algo o hace algo, ya no me interesa nada.
Creo que si son mis amigos me aceptan como soy y listo punto final, pero también se que tengo un carácter de mierda y que tengo que aprender a decir las cosas, suelo decir las cosas de una y tal vez no me doy cuenta que al otro le duele, me doy cuenta cuando ya lo dije, cuando ya me mande la cagada y se que esta mal, yo pienso que así la gente entra en razón, por lo menos yo lo hago así, pero se también que hay gente que no, que necesita que le digan las cosas de a poco.
En cuanto lo que se llama "chicos" ya no se que pensar, no digo que todos sean iguales ni nada, pero es como que por uno que fue un forro ya el miedo lo tengo, tengo miedo a equivocarme, miedo a que todos sean iguales, miedo a que todos sean un forro como el, pero no se en el fondo que no es así, a esta altura digo que: QUIERO ENAMORARME, quiero que llegue un chico que me haga bien, que me quiera, que me ponga feliz hablar con el y por ahora no pasa, no se porque no me enamoro de nadie!!!! Se que ya va a llegar, que las cosas no hay que buscarlas, así que sigo acá esperando a que eso llegue

Cuando no sabés a dónde vas, cualquier camino puede servir. 
Dan miedo los cruces de camino. Da miedo partir. Da miedo volver. Las preguntas, las respuestas dan miedo. Si no sabés hacia dónde vas, lo mejor es dejarte llevar, como flotando en el viento. 
A veces hay que desprenderse del equipaje, y como una pluma, dejarse llevar por el viento. 
Es necesario no temerle a partir, ni a volver. Porque estamos en una encrucijada de caminos que parten y que vuelven, si no sabemos hacia dónde ir, hay que dejarse llevar por el viento. 
El viento lleva, y a la vez trae. El viento nos puede llevar a lugares insospechados.
Flotando en el aire, están todas las preguntas y todas las respuestas. Y flotando en el viento, iremos a donde debamos ir.